Este blog se plantea como un proyecto cooperativo, elaborado por profesores, alumnos, padres y por todo aquel de la comunidad educativa que tenga algo interesante que aportar.
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viernes, 4 de febrero de 2011

la lectura


              En las coronas que empiezan a brillar a las salidas de los coles cuando nos acercamos al mes de mayo, debería poner YA SE JUNTAR LAS LETRAS!!!. Si leer es comprender, desde luego dudo mucho que ningún niño, hasta por lo menos segundo de primaria, sepa realmente leer.
               
                No nos estresemos. Lo que debemos hacer es entender que igual que un niño adquiere el lenguaje de manera progresiva -fundamentalmente por inmersión en el medio y por una necesidad real-; además, de que los papás dotan de intencionalidad comunicativa a la gran mayoría de sonidos que emiten los niños, a los que cuales infieren además de un significado y relacionan directamente con el objeto que muestran en la mano. En la escritura pasa lo contrario.
                               
                Si queremos que nuestro alumno comience a leer al tiempo que hablar, podríamos ponernos de acuerdo con el Estado o, por lo menos, con las Autoridades Educativas, y etiquetar España. De esta manera cuando le decimos “casa”, el niño vería el cartel de “casa” y podría establecer relaciones directas entre el significado y significante.

                Dejando a un lado las bromas, debemos tener en cuenta de que existen dos prerrequisitos básicos para la adquisición de cualquier aprendizaje: La motivación y la maduración.
                
             Así, los niños aprenderán a leer, cuando sientan la necesidad de la lectura para satisfacer sus necesidades. Y sus necesidades se encuentran en su entorno, en el patio, en el aula, en sus juguetes. Probablemente quieran saber los nombres de sus compañeros, de los objetos del patio, de juego, de la clase,…Y que aprendan, dependerá en gran medida, de los procedimientos utilizados, de la cantidad y calidad de las tareas que le propongamos, en definitiva de la motivación. Podremos motivarles leyéndoles, haciendo animaciones, jugando con las palabras, con las imágenes, poniendo los nombres de los rincones, de los objetos de la clase, de los meses, de los días de la semana, favoreciendo el diálogo, acompañando, al principio, el vocabulario con dibujos que reflejen la realidad lo mejor posible
                
            Además hay que tener presente que a un niño le podemos empezar a enseñar a leer, escribir, nadar,… cuando su desarrollo (capacidades sensoriomotrices) le posibilite hacerlo: aproximadamente con 2 años. Y esto dependerá del su desarrollo psico-biológico, herencia, entorno,..

                Los niños de Educación Infantil deben leer de manera global, viendo y comprendiendo palabras, frases y órdenes. No necesitan silabear, deletrear, descifrar ni oralizar todas las palabras del idioma- . Dejemos de lado de una vez los métodos sintéticos, que no son apropiados para estas edades. Seamos conscientes de que la frase es el elemento fundamental en el aprendizaje de la lengua y que expresamos las ideas y nos comunicamos con frases, no con sílabas ni con palabras sueltas. Tengamos en cuenta los estudios de Emile Javal en relación a las FIJACIONES. Desde mi punto de vista, el silabeo, “favorece” un mayor número de fijaciones, haciendo que encontremos más dificultades en la lectura y menos fluida sea ésta.

                Debemos transmitir a nuestros alumnos que a leer se aprende leyendo  y, que si no existe comprensión, no existe lectura. En este sentido, como maestros debemos facilitarles todo tipo de experiencias que les permitan interpretar, contrastar, relacionar,..en definitiva que puedan realizar continuas inferencias, ya que el proceso de formular y verificar hipótesis es la esencia de la comprensión.

                Por último, cuando vayamos a elegir un método de enseñanza de la lectura, es fundamental que no nos lancemos a la piscina sin más, y tengamos en cuenta en primer lugar, el nivel de razonamiento simbólico del que gozan nuestros alumnos y en segundo lugar, si continúan o no siendo sincréticos. En este sentido, una pista fundamental nos la dará la edad; es muy probable que un niño de 8 años, reúna los requisitos madurativos suficientes para emplear metodología sintética, por ejemplo.

                Desde cualquier planteamiento metodológico- ya sea tradicional o constructivista- lo ideal en educación infantil, es trabajar con métodos mixtos de base analítica, ya que se ajustan a qué es leer y al momento evolutivo del niño.

        Desde una perspectiva constructivista, trabajaremos en el aula de forma hipotético-deductiva, fomentando que los niños analicen, comparen y sinteticen de forma más o menos simultánea desde el principio. Aprenden, pues a hacer inferencias y a ser capaces de anticiparse, a descubrir lo que va a venir a continuación. Así, se consigue algo fundamental  para el futuro del alumno: el gusto y afición por la lectura; una actitud positiva hacia el mensaje escrito que es capaz de interpretar y, al mismo tiempo, emitirlo personalmente.
                
           Si desarrollamos nuestra labor desde un planteamiento tradicional, trabajaremos la misma metodología pero de forma inductiva.






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